¿Cuántas veces te lo han dicho o lo has oído contar? La escena suele ser la misma: estás en una agencia de autos, soñando con adquirir o finalmente adquiriendo ese vehículo último modelo por el que tanto has ahorrado y tantas privaciones tuviste que apechugar. Todo va bien, hasta que llegan al apartado del “poderoso equipo estereofónico con sepetenta bocinas”, mismo que es ampliamente presumido con socarrona sonrisa por el hasta ahora amable vendedor. Justo en ese momento y al advertir en tu rostro la incontrolable expresión del inminente vómito, en el acto sospecha de ti los más inmundos deseos inimaginables: que lo primero que piensas hacer antes de inclusive llenarle el tanque de gasolina a tu nuevo auto, es llevarlo a uno de esos sitios de perdición, conocidos como “audioboutiques”, para arrancarle al infeliz bólido, según tus propias palabras, la vergüenza que ostenta al centro de su tablero, por algo que verdaderamente haga honor a la palabra “estéreo”.
Ni siquiera tienes que mencionarlo. Se te nota en la cara y en la forma de andar. Por supuesto, él está bien preparado para este tipo de situaciones e inmediatamente se arranca con su bien practicada letanía:
- “Ni se le vaya a ocurrir, joven, meterle mano a este fino auto. Debe usted saber que, si alguien se mete con el vehículo, llámese sustituir el estéreo, agregar bocinas, mejorar la alarma o cualquier otra cosa que remotamente se le parezca, da pie a la pérdida inmediata e irrevocable de toda garantía”.
Como al escuchar tales frases, a ti pareciera que se te detiene el corazón o que alguien te ha metido un par de hielos allá donde te conté, el vendedor sin perder tiempo continúa agregando…
-“Por supuesto, si usted es de aquellos que desean más que lo que el magnífico sistema original ya es capaz de ofrecer, tenemos un par de paquetes opcionales que lo transportarán al paraíso, como un subwoofer de 5” de diámetro, alimentado con tremendos 17 Watts de potencia musical pico, por tan solo 35,800 pesos adicionales…
A partir de ese punto ya no sigues escuchando. Súbitamente, contemplas la posibilidad el olvidar todo el asunto del auto nuevo, pero por supuesto tal idea es descartada casi instantáneamente; lo has deseado por tanto tiempo. Pero así están las cosas, tu adorado auto y tú, solos, en silencio, por las carreteras de México. Al fin y al cabo, que no eres tan desafinado.
Selecciona un taller de instalación profesional
Pues no. Fíjate que así no es. Resulta que las marcas automotrices y/o agencias de vehículos o cualquier otro negocio de esa índole, simple y sencillamente no pueden condicionar su garantía de esa forma. Eso tiene un nombre y se le conoce como Práctica Monopólica, y está penada por la ley. Si eso fuera cierto, querría decir que todas las marcas de audio, tales como MTX, Eleven Audio, Sony, JBL, JC Power, Stetsom, Memphis, SUONO, Krack Audio, Alpine, Genius Audio, Pioneer y tantas otras, deberían despedir hoy mismo a todos sus empleados, quemar toda su maquinaria y tirarse todos a la perdición, es decir, no tendríamos derecho a ganarnos la vida de esta forma.
Por supuesto, ese no es el caso y la ley nos respalda. Los talleres de instalación, así mismo, tienen también el derecho de trabajar y sacar adelante a sus familias de esta honesta forma. Claro está también que tienen la responsabilidad de saber lo que están haciendo y responsabilizarse en caso de que algo salga mal, digo, si es que después de una investigación el peritaje arroja que tal o cual falla, efectivamente se debió a algún error de su parte, es decir, solamente cuando esto sea cabalmente comprobado y sólo incluirá las partes que resulten afectadas.
Así que ya lo sabes. Puedes comprar el auto que quieras y a ese auto puedes sustituirle el sistema de audio por lo que quieras. Selecciona un buen taller para realizar el trabajo, un taller con instaladores capacitados, que de ninguna forma perderás la garantía de fábrica de tu vehículo a la que tienes derecho.
¿El vendedor sigue insistiendo con ello? Muy bien, pues que te lo pongan por escrito, firmado y sellado por el director general de la agencia. Este documento le hará la vida mucho más fácil a tu abogado.
Artículo obra del Ing. Juan Castillo Ortiz publicado en la Revista AudioCar #226
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