Vivimos un momento inspirador en la industria electrónica para el automóvil. Han ocurrido muchos cambios durante los últimos 10 años, y no me refiero nada más al mercado, sino también a la industria en general. Sigue siendo una de las mejores carreras que puedes disfrutar. Puedes llegar a acostumbrarte al hecho de que alguien te está pagando por hacer algo que tranquilamente harías por nada, aunque ocasionalmente puedas tener una nube oscura, en un cielo que casi siempre está soleado. Los desafíos suelen hacernos más fuertes y más resistentes, sobre todo cuando pasamos por un período de incertidumbre y salimos incólumes del percance.
¿El fin de la industria?
Todavía recuerdo todo el caos que sobrevino entre los distribuidores de equipo del mercado secundario, cuando a finales de la década de 1990 aparecieron los primeros vehículos equipados de fábrica con el bus de datos. Esto provocó una seria preocupación, por la dificultad implícita de conectar los componentes del mercado secundario en los sistemas originales de estos vehículos nuevos. Para empeorar las cosas (y para sorpresa de muchos) algunos distribuidores y fabricantes se salieron del negocio. ¿Marcaría esto realmente el fin de nuestra industria?
Unos 10 años antes de ese hito histórico, las ensambladoras de automóviles comenzaron a cambiar la forma de los autoestéreos de agencia. Los instaladores del mercado secundario comenzaron a toparse con la dificultad de no poder montarle una unidad central rectangular, a un hueco de forma ovalada en el tablero. Así comenzó a cundir el pánico y algunos distribuidores comenzaron a buscar la salida más próxima. Algunos distribuidores más obstinados, pensaron que cuando menos podrían montar la unidad central del mercado secundario en un soporte fijo al piso, sin tener que meterse para nada con el radio de agencia. Sí, se veía muy mal, pero cuando menos había un mejor sonido. Mientras tanto, surgía una nueva generación de instaladores graduados con una mejor preparación, y decidieron simplemente fabricar sus propios aditamentos de instalación, y así la industria comenzó a progresar.
12 años antes de eso, los instaladores descubrieron que las unidades centrales del mercado secundario con salidas para bocinas de tierra flotante (no, no voy a explicarlo) no podían ponerse en comunicación con los cables de bocinas conectados a tierra originales, en la parte posterior de los productos Chrysler, ni con los amplificadores de agencia. Esto provocó una gran frustración entre los distribuidores menos experimentados quienes simplemente dejaron de atender a determinadas marcas de vehículos. Yo recuerdo haber tomado un paquete de resistencias de 10 Ohms y 10 Watts, y condensadores de 470 uF que conseguí en Radio Shack, y de esta forma hice los "adaptadores de tierra flotante". Mientras mis competidores rechazaban una y otra vez ciertos trabajos de instalación, mi capacitación me permitía aprovechar la oportunidad. Mucha gente quedó muy complacida con mi trabajo, porque yo hacía instalaciones que otros talleres rechazaban.
Antes de eso, las ensambladoras de automóviles sacaron una política que prohibía la instalación de cualquier tipo de equipo del mercado secundario en sus vehículos, so pena de anular la garantía, en caso de que te atrevieras a tocar sus productos "de calidad" como el Citation de Chevrolet, el Pinto de Ford, y el Omni de Dodge. Estoy seguro que muchos talleres de instalación de audio automotriz reaccionaron ante esta política y comenzaron a pintar sus letreros que decían "negocio cerrado", pero esto a su vez provocó una acción decidida de parte del Congreso de Estados Unidos, cuando pusieron en vigor la ley Magnusson-Moss. Aunque recuerdo vagamente los términos, esa ley decía que si una agencia de automóviles decía que estaba prohibido instalar un autoestéreo del mercado secundario, entonces la agencia tenía que proveerlo gratuitamente.
En cada caso, algunos comenzaron a sacar conclusiones mientras los miembros más emocionales de la industria relacionaban los eventos como si existiera una conexión entre ellos. Quizás lo estaban, en una forma muy indirecta, pero en cualquier campo industrial se producen grandes cambios en el panorama empresarial, que pueden resultar incómodos para algunos, pero dichos cambios son una parte esencial de la vida. La vida continúa y mejora, aun cuando las cosas sean radicalmente distintas.
Existen alteraciones que son verdaderamente significativas, y que nos dejan un nuevo mundo para explorar y disfrutar. En cada caso como ya mencioné antes, no pasó mucho tiempo para que todo mundo se adaptara al cambio, y como resultado, tuvieran gran éxito. Los fabricantes comenzaron a dar soluciones a las redes de distribuidores al menudeo, y todo mundo siguió adelante con renovado entusiasmo. Tiene más de 20 años que no tengo que adaptar una conexión a tierra flotante. En vez de eso, modifico la unidad central de video de agencia para que acepte una entrada de video externa, generada en otro componente. Fue mucho más sencillo hacer ese adaptador, pero los tiempos realmente cambian.
¿Conoces la calidad de sonido?
El siguiente gran problema, de hecho más actual, es que los automóviles nuevos con frecuencia tienen radios muy complejos con los controles del aire acondicionado o de otras funciones del vehículo integradas en el radio, lo que significa que es muy difícil quitarlos de ahí. El propietario del automóvil tiene que conformarse con un sistema original que no suena bien, y llega a la conclusión de que no hay esperanza para gozar de un buen sonido. Y, sin embargo, la verdad es que los fabricantes de productos electrónicos para el automóvil ya le encontraron su solución al proveerle a su red de distribuidores los módulos de interfaz adecuados para poder agregar equipo del mercado secundario integrándolo a los sistemas de agencia. Ahora todo mundo puede disfrutar nuevamente de una verdadera calidad de sonido.
¿Entonces cuáles son los mayores problemas que encara actualmente éste, nuestro campo de la industria? No son las ensambladoras de automóviles, porque hemos dado solución a cada una de sus "estrategias" y lo hemos hecho durante décadas. Cada vez que ponen un obstáculo para el mercado secundario, hemos creado una solución para evitarlo.
Uno de los mayores problemas que enfrenta nuestra industria, es que no muchas personas conocen lo que es verdaderamente un buen sonido. Si nunca has escuchado otra cosa, que no sea música en streaming, o los archivos MP3 que guardas en tu teléfono o memoria USB, entonces no sabes lo que es calidad de sonido. Crees que suena bien, pero a título personal déjame contarte que no fue sino hasta que probé una costilla certificada de res Angus en un negocio serio dedicado a preparar carnes a la parrilla, que pensaba que la Ponderosa era lo mejor para disfrutar de una carne asada. Jamás vamos a reconocer lo mediocre, hasta que no conozcamos lo verdaderamente supremo.
En un principio los discos compactos fueron un invento para ofrecer una serie específica de ventajas al usuario, como conveniencia, sentido práctico y tamaño compacto, sin embargo, la mayor prioridad no era precisamente la calidad de sonido. Es posible que algunos no estén de acuerdo con esto, pero los verdaderos audiófilos saben que, en la inmensa mayoría de los primeros discos compactos en salir al mercado, no eran mejores que los discos de acetato a los que supuestamente venían a reemplazar. La tecnología ha mejorado enormemente, pero la invención del SACD (súper disco compacto de audio) y el DVD Audio, demostraron que la calidad de sonido del disco compacto normal tiene limitaciones características, que deben superarse, si es que queremos llegar al éxtasis del audio original. De la misma forma, hasta que no veas un genuino reproductor DVD Blu-ray y la imagen esté proyectada en una genuina pantalla de video 1080p (no, tampoco voy explicarlo) o en un proyector con esa resolución, entonces no sabrás en qué consiste el video de alta resolución. En cuestión de imagen actualmente existe el 4y 8K.
¿Inventaron el iPod para sustituir al sistema convencional bien sea casero o automotriz? Aun cuando estuvieras dispuesto a cargarle a tu iPod el formato nativo del disco compacto y utilizando el formato AIFF de mayor calidad, es imposible que los circuitos de audio que hacen funcionar un par de audífonos de tapón, puedan igualar a un juego de bocinas electrostáticas o planares, conectadas a un amplificador de bulbos, funcionando en una configuración de triodo (y eso tampoco lo voy a explicar). Es por esta razón que en los radios de agencia y hasta en los autoestéreos del mercado secundario, las entradas para el reproductor MP3 se encuentran en la carátula delantera, en lugar de haber un hueco disponible en el tablero de tu auto, para acomodar ahí el reproductor MP3.
Recientemente fuimos los anfitriones del evento inicial de la temporada de competencias de sonido de la IASCA, aquí en el campus de Mobile Dynamics. Durante el evento, me tomé el tiempo para escuchar el sonido de un par de los vehículos elaborados con más seriedad, y fue entonces cuando llegué a una conclusión personal: últimamente he estado utilizando demasiado mi iPhone para escuchar música. Resulta demasiado conveniente tener mi reproductor iPod, teléfono celular y computadora laptop en un pequeño paquete que llevo al cinturón. Después del evento IASCA, inmediatamente fui a casa y encendí mi sistema de sonido de referencia y puse el disco compacto oficial de prueba de la IASCA. Estuve ahí escuchando la misma canción una y otra vez por más de una hora. En cada ocasión que volvía a ponerla, detectaba otro matiz interesante. Incluso me di cuenta de que empezaba a olvidarme de disfrutar su enorme calidad de sonido.
Artículo escrito por DEREK LEE publicado en la Revista AudioCar #237
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