Durante la adolescencia, cuando empezamos a conocer y experimentar la vida, normalmente tratamos de rodearnos de todo lo que nos gusta. Resulta que la compañera de banca, Brigitte, tiene unos ojos del color del amanecer, mientras que una amiga de la colonia, Azucena, una sonrisa que nos afloja las rodillas. Por supuesto, salimos con las dos.
También en el auto que nos acaban de dar en casa (un vehículo SUV que utilizamos para ir al súper, a la universidad y pasear) queremos rodearnos de lo mejor. En este aspecto, El Caporro, cuya opinión pesa en la colonia, nos recomienda los subwoofers “Distorsionator”, por su excelente desempeño en bajos profundos. Por su parte, El Yorch nos recomienda los “Midbajorators”, ya que “pegan” como ningún otro. Ante tal dilema nos preguntamos, “¿por qué limitarnos pudiéndolo tener todo?” y terminamos decidiéndonos por los dos, un par de cada uno, y es ahí justamente donde se inician nuestros problemas.
Se sabe que cada vez que se duplica el número de bajos en un sistema de subwoofers dentro de un auto, se pueden lograr hasta 6 decibeles adicionales. Esto se debe a que la longitud de onda de las bajas frecuencias es muy grande, aunado al hecho de que en un auto los subwoofers simplemente no pueden estar muy distanciados entre sí, efecto que produce el llamado “acoplamiento acústico”, bajo el cual es básicamente como si se estuviera reproduciendo el sonido con un solo emisor, pero del doble de área y de ahí los 6 decibeles de ganancia.
Ahora, para que realmente suceda, cada subwoofer tiene que sonar a la misma intensidad. Esto no presenta dificultades, simplemente ajustando los niveles de cada amplificador adecuadamente o usando el mismo amplificador para ambos bajos, pero, si los bajos no son iguales, sus respuestas en frecuencias tampoco lo serán, es decir, no van a tener la misma salida en decibeles para cada frecuencia, por lo que esta suma simplemente no se va a dar.
El segundo aspecto es que subwoofers distintos presentan respuestas en fase distintas. Recuerden que la fase es la posición en grados en la que se encuentra la onda (de cero a 360 grados). Si a cierta frecuencia ambos subwoofers se encuentran a 90 grados (ambos en la cresta), entonces sus salidas se sumarán. Si uno de ellos se encuentra a 90 grados (cresta) y el otro a 270 grados (valle), entonces sus salidas simplemente se cancelarán, ya que mientras uno empuja el otro absorbe. Grados intermedios producirán salidas intermedias.
Así que si ambos subwoofers no tienen la misma intensidad y la misma fase por frecuencia, no solamente no se sumará su salida, evitando la generación de aquellos 6 decibeles adicionales, sino que la serie de cancelaciones que se producirán, afectarán la calidad de audio de una forma bastante significativa.
CONCLUSIÓN
“Nunca reproduzcas las mismas frecuencias con altavoces distintos”. Esto suele comprobarse en competencias de sonido, donde encontramos grandes instalaciones, con dos subwoofers de 18”, seis de 15”, ocho de 12” y, para rematar, otros ocho de 8” que, una vez que pasan por el decibelímetro, producen ¡asombrosos 124 dB S.P.L.!
Así que ya lo sabes, como en tantas otras cosas de la vida, a los subwoofers no les gusta compartir el mismo auto. Así como el día en que se te ocurra salir con Brigitte y Azucena juntas, día en que terminarás completamente solo y con unos cuantos dientes menos.
Artículo obra del ingeniero JUAN CASTILLO ORTIZ, publicado en la Revista AudioCar #176
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