Hace unos días llegó a nuestro taller un cliente que deseaba revisar un amplificador que había adquirido en una tienda, donde también se lo habían instalado, así que en el precio de los componentes le habían incluido los cables y la instalación, él suponía que este componente se encontraba defectuoso, y de ser así debía realizar el cambio directamente con el importador.
En busca de la falla
El propietario nos indicó que a cierto volumen el amplificador se cortaba, se protegía, por lo cual consideraba que había salido defectuoso. Entonces nos dispusimos a realizar algunas pruebas que arrojaron como resultado que una bocina trasera se ponía en corto y esto a su vez provocaba la protección del amplificador.
Después de explicarle lo anterior al cliente, ya más tranquilo nos comentó “al menos no es el amplificador y ya me ahorré él envió con el importador”.
No obstante, también nos percatamos de que el sistema metía el molesto ruido del motor, y a decir del cliente, al principio ese ruido no era tan alto, pero después se fue incrementando.
Entonces realizamos las siguientes pruebas.
1. Primero colocamos unos cables de RCA del estéreo al amplificador, por fuera, el ruido siguió metiéndose, pero se notó que la música se escuchaba más fuerte y nítida. Esto se debió a que los RCA’s utilizados la primera vez eran de muy baja calidad, de una serie barata, y los usados por nosotros eran blindados y de buen grosor.
2. Lo siguiente fue limpiar la lámina donde se encontraba anclado el cable de tierra del amplificador, después lo volvimos a sujetar fuertemente. El ruido siguió.
3. La tercera prueba consistió en independizar la corriente y la tierra de la unidad principal. El ruido seguía.
4. Después sustituimos la unidad principal y qué creen, ¡el ruido seguía!
5. Como el cliente estaba seguro de que su amplificador estaba dañado decidimos sustituirlo, quitamos el Crossfire y colocamos un DUB Audio. El ruido seguía muy consistente. Para esta etapa el cliente ya tenía muchas dudas, pues ni el estéreo ni el amplificador eran causantes del ruido.
6. Para estar todavía más seguros de que el amplificador estaba en buenas condiciones, lo instalamos en otro auto y ahí no se escuchaba ni un ruido extraño o zumbido, por el contrario, el sonido era claro y nítido.
7. Ante las evidencias optamos por revisar los cables utilizados en la instalación, y si bien estaban completos no eran de buena calidad. Entonces el cliente nos consultó sobre cuánto le costaría cambiar el cableado, al darle el presupuesto notó que todavía tenía que invertir una buena cantidad de dinero, por lo que nos comentó “¿Por qué me vendieron los componentes tan caros si los cables que iban a usar eran de baja calidad?”.
La anécdota de hoy es…
Debemos aclarar que no es precisamente en talleres de instalación (aunque también se da el caso) sino en las tiendas donde se lleva a cabo con mayor frecuencia la práctica de incluir los accesorios de instalación y la mano de obra con tal de no perder la venta de los componentes o que el cliente los adquiera en otro lado.
No obstante, el hecho de que los componentes sean de calidad no es garantía de que la mano de obra o los accesorios utilizados para la instalación sean del mismo nivel. En algunos casos, por ahorrar dinero, los instaladores ponen cables de calibres bajos, realizan muchas uniones e incluso ocupan parte de la instalación de las bocinas de agencia.
Entonces es importante recordar que, si por métodos de mercadotecnia en cierta tienda nos venden los componentes y nos van a incluir cables e instalación, verifiquemos que los cables se encuentren completos de punta a punta, sin uniones, que sean del calibre adecuado y de buena calidad.
Artículo publicado en la Revista AudioCar #197.
Las fotos ilustrativas son trabajos del Taller MegaBass de la ciudad de Léon, Guanajuato.
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